Historia de una empresa de mantenimiento de flotas de patinetes eléctricos a la que el Covid-19 cambió el negocio
Esta es la reciente historia de un emprendedor, Íñigo de Pablo Huete, que respiraba el éxito de su empresa de logística y mantenimiento para patinetes eléctricos que creó en 2018, eCity Charge. Un movimiento de éxito hasta que irrumpió el famoso coronavirus Covid-19. Unas 130 personas cargaban y preparaban los patinetes en las ciudades de Madrid, Málaga, Lisboa, Oporto, Braga…
Y la curva ascendente del negoció cayó en picado mientras la del virus ascendía a toda velocidad. Sin gente en la calle, sin movilidad, sin turismo, las flotas de patinetes carecieron de sentido. De cada 1.000 sobrevivieron 100 al comenzar el verano y no se recuperaron los meses posteriores. “Y en septiembre dejamos los patinetes y pivoté la empresa hacia el mundo de la movilidad“, relata Íñigo de Pablo.
La ‘bombilla’ se le encendió cuando comprobó en sus carnes, dice él, lo complicado que era mantener en plena disposición de uso el Smart eléctrico que se había comprado e incluso de instalar un wallbox en su garaje. “El servicio técnico que daban era malísimo. Llamabas a una compañía, te decían que llamarían para concretar cita y tardaban dos semanas y luego la instalación podía retrasarse mucho más, dos meses. Y a un precio… absurdo”
“Estamos ayudando a vender coches a pilas. Ayudamos a los concesionarios, porque con un servicio mejor también crecerá la confianza de las personas en los coches eléctricos”, continúa. La clave para eCity Charge es “evitar los increíbles ‘sablazos’ que están dando por instalar postes eléctricos, añadir un mantenimiento anual de la instalación y del cargador y así combatir el miedo que tiene mucha gente a cambiar su coche de toda al vida por uno eléctrico”.
La plantilla de eCity Charge, que llegó a contar con un centenar largo de personas dedicadas al mantenimiento, está en reconstrucción. De Pablo cuenta ya con una red, entendemos que discontinua, de unos 50 instaladores, que deben pasar, nos cuenta, por un periodo de formación para que no solo aprendan a colocar los aparatos, sino a asesorar cuál es más conveniente para cada tipo de coche o de lugar. “Primero hay que saberse bien cuáles son los estándares en los que trabaja nuestra empresa”, agrega.
“Damos servicio en Madrid pero también queremos estar en Córdoba, Sevilla y en un total de 10 ciudades grandes. Y también vamos a volver a Portugal, que es un país que nos ha tratado de manera inmejorable”, explica De Pablo Huete, quien dice no tener prisa por hacer crecer la empresa, aunque ya tiene alguna idea que la llevaría a extender su red hasta Alemania. “Partido a partido”, dice. De momento, está en desarrollo una página web a través de la cual se podrá cerrar el precio final de la instalación.
Fuente: Marca.com